El arte de la colaboración en la creación de un libro


La pregunta es recurrente: «Tengo conocimientos para compartir, pero no tengo tiempo para escribir un libro completo; ¿puedo contratar a alguien que me ayude?». La respuesta es un rotundo sí. De hecho, la colaboración en la creación de libros es una práctica antigua y extendida, aunque a veces permanezca velada tras la figura única del autor. En el contexto actual, donde el tiempo es un recurso escaso y la especialización se valora cada vez más, recurrir a la ayuda profesional para dar forma a un libro se presenta como una opción viable y efectiva.

Existen diversas modalidades de colaboración, cada una con sus particularidades y adaptadas a diferentes necesidades:

  • Ghostwriting (escritura fantasma): En esta modalidad, el escritor fantasma escribe el libro en nombre del autor, quien aporta los conocimientos, las ideas y el material de base. El nombre del escritor fantasma no aparece en la portada ni en los créditos del libro. Se trata de un acuerdo confidencial donde el autor original asume la autoría completa de la obra. Esta opción es ideal para personas con una agenda apretada que desean plasmar sus conocimientos en un libro, pero no disponen del tiempo necesario para escribirlo.
  • Colaboración o coautoría: En este caso, dos o más personas trabajan juntas en la creación del libro. Cada autor aporta sus conocimientos y habilidades, y ambos son reconocidos como autores de la obra. Esta opción es adecuada cuando se busca combinar diferentes perspectivas o experticias en un mismo libro.
  • Edición con colaboración de un escritor: Esta modalidad se sitúa a medio camino entre el ghostwriting y la coautoría. El autor escribe un borrador o un esquema del libro, y un escritor profesional lo revisa, lo edita, lo amplía y le da forma final. El nombre del escritor colaborador puede aparecer en los agradecimientos o en una mención especial, pero no como coautor.

¿Qué tareas puede realizar un colaborador?

Un colaborador puede realizar diversas tareas, dependiendo de las necesidades del autor:

  • Investigación: Recopilar información, realizar entrevistas, consultar fuentes bibliográficas.
  • Redacción: Escribir el texto a partir de las ideas y el material proporcionado por el autor.
  • Edición: Revisar y corregir el texto, mejorar la redacción, la gramática y el estilo.
  • Estructuración: Organizar el contenido, crear un índice, definir la estructura narrativa.

¿Cómo elegir al colaborador adecuado?

Elegir al colaborador adecuado es fundamental para el éxito del proyecto. Se deben considerar los siguientes aspectos:

  • Experiencia: Buscar un profesional con experiencia en la escritura y edición de libros, preferiblemente en el mismo género o temática que se aborda en el libro.
  • Estilo de escritura: Asegurarse de que el estilo de escritura del colaborador se adecue al tono y al estilo que se busca para el libro.
  • Referencias: Solicitar referencias de trabajos anteriores y contactar con otros autores que hayan trabajado con el mismo colaborador.
  • Comunicación: Establecer una comunicación clara y fluida desde el principio.
  • Acuerdo contractual: Firmar un contrato que especifique las tareas, los plazos, los honorarios y los derechos de autor.

El contexto argentino:

En Argentina, la figura del escritor fantasma no es tan visible como en otros países, pero existe una creciente demanda de servicios de escritura y edición por encargo. Hay profesionales con talento y experiencia que pueden ayudar a dar forma a un libro, respetando siempre la voz y la visión del autor original. Como señala Beatriz Sarlo, “la cultura es una batalla”. En este sentido, la colaboración en la creación de libros puede ser una estrategia efectiva para que más voces encuentren su espacio en el debate público.

Consideraciones éticas:

Es importante ser transparente sobre la colaboración en la creación del libro, especialmente si se trata de una obra académica o de no ficción. Si bien el ghostwriting es una práctica aceptada en algunos ámbitos, es fundamental que el autor original se haga responsable del contenido del libro y que se respete la ética profesional en la relación con el colaborador.

En definitiva, contratar a alguien para que ayude a escribir un libro es una opción válida y cada vez más frecuente. Permite a personas con conocimientos valiosos pero con poco tiempo compartir su saber con el mundo, contribuyendo así al enriquecimiento del debate público y al avance del conocimiento. La clave está en elegir al colaborador adecuado y establecer una relación de trabajo clara y profesional.