La revisión editorial


Hoy en día es muy fácil autopublicarse. Y una de las mejores formas de saber si tu manuscrito está listo es pedir un informe de un lector profesional.

Este servicio te da una revisión imparcial, seria y profesional de tu obra. Te dan un análisis completo de tu manuscrito para que sepas qué partes están bien y cuáles se pueden mejorar.

En resumen, el informe de lectura evalúa la calidad y la viabilidad comercial de tu obra con una mirada objetiva.

El estilo del autor: Tu sello personal

Escribir bien no es solo usar buenas palabras, también se trata del estilo. Tu estilo como escritor es único. Es lo que te diferencia de los demás y lo que hace que tu texto sea memorable.

Asegurate de que tus textos sean claros y fáciles de entender, pero eso no significa que tengan que ser aburridos. Podés usar diferentes estilos de escritura para que tu contenido sea más interesante y profundo.

Algunos autores prefieren un estilo directo, otros uno indirecto o subjetivo. Algunos usan un lenguaje formal, otros uno poético o informal. Algunos usan un lenguaje científico o demostrativo, otros uno descriptivo.

Cada uno de estos enfoques tiene sus ventajas y desventajas, pero lo importante es que cada autor tiene su propia forma de escribir, que es única y reconocible.

La revisión de estilo y la corrección ortotipográfica: Los últimos retoques

La revisión de estilo es fundamental en la autopublicación de tu libro. Asegura que el texto sea claro y fácil de leer. Te permite encontrar errores de tipeo o de redacción que se hayan pasado por alto.

Es una última revisión para asegurarte de que el texto se lee como vos querés y que todo esté bien escrito y con la gramática correcta.

El editor tiene que ser sensible al estilo del autor, pero también tiene que encontrar los errores y ajustar el texto. Se asegura de que el contenido sea lo mejor posible, pero respetando la voz del autor.

La corrección ortotipográfica es la última etapa. Sirve para corregir errores de tipeo o lingüísticos, como faltas de ortografía o gramática, que hayan aparecido durante la maquetación o que no se hayan visto antes. Se hace después de la revisión de estilo y la corrección del texto.

Los errores tipográficos tienen que ver con las letras y su uso, incluyendo la ortografía y la puntuación. Los errores lingüísticos afectan la forma en que se usa el lenguaje (por ejemplo, el uso incorrecto de los tiempos verbales).