En el mundo del libro, la literatura ocupa un lugar central, pero no lo abarca todo. Más allá de las novelas, los cuentos y la poesía que pueblan las estanterías de las librerías, existe un vasto universo de publicaciones que cumplen funciones documentales, testimoniales e institucionales de gran valor. Estas obras, aunque a menudo menos visibles que los best sellers, desempeñan un papel crucial en la construcción de la memoria colectiva, la difusión del conocimiento y la consolidación de las instituciones.
El valor documental del libro se manifiesta en obras que registran hechos históricos, investigaciones científicas, estudios académicos, informes técnicos, entre otros. Estos libros funcionan como archivos permanentes de información, permitiendo la consulta y el análisis de datos relevantes para diversas disciplinas. Pensemos en las actas de congresos, los catálogos de museos, las monografías científicas o los libros de historia local. Estas publicaciones, aunque quizás no sean lectura de entretenimiento masivo, son esenciales para la preservación del conocimiento y el avance de la investigación. En un país como Argentina, con una historia rica y compleja, la publicación de libros con valor documental es fundamental para construir una memoria colectiva sólida y accesible.
El valor testimonial del libro se centra en la narración de experiencias personales, memorias, biografías y autobiografías. Estas obras ofrecen una ventana a la vida de otros, permitiendo al lector empatizar con diferentes realidades y comprender mejor el mundo que lo rodea. Los testimonios de sobrevivientes de tragedias, las biografías de personajes históricos, las memorias de exiliados o los relatos de vida de comunidades marginadas son ejemplos de libros con un profundo valor testimonial. Estas publicaciones dan voz a quienes a menudo no la tienen, contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva. En Argentina, con una historia marcada por dictaduras y procesos migratorios, los libros testimoniales han jugado un papel crucial en la recuperación de la memoria y la búsqueda de la verdad.
El valor institucional del libro se manifiesta en publicaciones que emanan de organismos públicos, instituciones educativas, organizaciones no gubernamentales y otras entidades. Estos libros cumplen diversas funciones, como la difusión de políticas públicas, la promoción de la cultura, la divulgación científica, la rendición de cuentas o la conmemoración de aniversarios. Los informes anuales de organizaciones, los manuales educativos, los catálogos de exposiciones o los libros conmemorativos son ejemplos de publicaciones con valor institucional. Estas obras contribuyen a la transparencia, la educación, la difusión de la cultura y el fortalecimiento de las instituciones. En Argentina, con un sistema educativo público y una rica tradición cultural, las publicaciones institucionales juegan un papel importante en la construcción del tejido social.
Es importante destacar que estos valores no son excluyentes entre sí. Un libro puede tener valor documental, testimonial e institucional al mismo tiempo. Por ejemplo, un libro que recopila testimonios de sobrevivientes de la última dictadura militar en Argentina tiene un valor documental innegable, al registrar un período crucial de la historia del país. Al mismo tiempo, tiene un profundo valor testimonial, al dar voz a las víctimas y permitirnos comprender el horror de esos años. Y, finalmente, puede tener un valor institucional, al ser publicado por un organismo de derechos humanos o una institución educativa.
Más allá del ámbito de la autoedición, que se centra principalmente en la publicación de obras literarias, existe un amplio espectro de editoriales, instituciones y organismos que se dedican a la publicación de libros con valor documental, testimonial e institucional. Estas publicaciones, aunque a menudo no gocen de la misma visibilidad que los libros de ficción, cumplen un rol fundamental en la sociedad, contribuyendo a la preservación de la memoria, la difusión del conocimiento y el fortalecimiento de las instituciones. Reconocer y valorar estas publicaciones es esencial para comprender la complejidad y la riqueza del mundo del libro en su totalidad.